martes, 17 de diciembre de 2024

Tab Hunter

 TAB HUNTER 
(nacido como Arthur Andrew Kelm; Nueva York, 11 de julio de 1931-Santa Bárbara, California; 8 de julio de 2018)

 
Tab Hunter Confidential, un nuevo y excelente documental sobre el legendario actor y cantante Tab Hunter. Adaptada por el director Jeffrey Schwarz y el productor Allan Glaser de las memorias más vendidas de Hunter del mismo nombre en 2005, esta historia es diferente a cualquier otra que se haya contado sobre la Edad de Oro de Hollywood. ¿Por qué? Porque es el primero desde la perspectiva de una gran estrella de cine que lo vivió como un hombre gay encerrado, pero ahora está abierto sobre su sexualidad. ¿Qué hizo que Hunter, que siempre ha sido intensamente privado, decidiera compartir detalles sobre este lado de su vida? Durante una entrevista exclusiva previa al estreno en las oficinas de The Hollywood Reponer en Los Ángeles esta semana, el joven de 82 años, que parece 20 años más joven que su edad, me dijo que Glaser, su compañero de los últimos 32 años, le habia notificado que alguien más planeaba escribir un libro sobre su vida. "Pensé, 'Mira, tómalo de la boca del caballo y no del trasero de un caballo después de que me haya muerto y desaparecido', dijo entre risas, y agrega: "No queda que alguien pusiera su opinión sobre mi vida". Hunter recuerda haberse dado cuenta de que era "diferente" en su adolescencia, pero dice que "se habría vuelto loco" si alguien le hubiera preguntado si era homosexual (la palabra "gay" no existía en ese momento). Era un solitario que pasaba gran parte de su tiempo en un establo de caballos local, y fue allí donde conoció al actor Dick Clayton, que vino con la actriz Ann Blyth para hacer una sesión de fotos. Clayton alentó a Hunter, entonces conocido como Arthur Andrew Gelien, a considerar una carrera en la actuación e incluso establecerlo con el agente Henry Willson. "No habría Tab Hunter si no fuera por Dick Clayton", enfatiza Hunter. 
Queremos saber sobre el Hollywood gay, pero Tab, que algo sabía, nos dice que él solo pasaba por ahí. Incluso cuando se trata de revelar la verdad, Hunter se comporta como la versión masculina de Sandra Dee. No la Sandra Dee real, sino la parodiada por la casquivana Rizzo en Grease: "Look at me, Sandra Dee, lousy with virginity...". De hecho es su presunta virginidad lo que más nos asombra del retrato que hace de si mismo en sus memorias. Para los que fuimos fans, el cuerpo, exhibido en algunas películas, era un objeto de deseo inalcanzable, y encontrar algo de su piel en la pantalla era la principal justificación de la mayoría de sus peliculas. En realidad fueron pocas peliculas. Fue el último actor con contrato de siete años en la Warner, y la única que merece recordarse es el musical de 1958 Damn Yankees (que en España, con gran optimismo y sorteando la posible blasfemia, se tituló ¡Ganaremos el partido!). Hay en él un número que yo creo que define muy bien no solo a Hunter, sino toda una ideología: la diablesa Gwen Verdon decide corromper al sanote Joe Hardy con un número 'latino' de seducción y un casto striptease; el hombre es objeto de una mujer caricaturesca, el hombre no sucumbe, la mujer fracasa. Añadir a esta mezcla el hecho de que el hombre era Hunter a quien le gustaban los caballos y Tony Perkins (probablemente en este orden) abre paso al matiz. Hay otra cosa que el conocimiento de la sexualidad de Hunter nos comunica. Hasta bien entrados los ochenta, los únicos homosexuales que se nos permitia ver eran feúchos, poco atractivos. Para quienes sabían lo suyo debía resultar reconfortante la idea de que un homosexual también podia ser rubio. Lo de Andy Warhol y Paul America en My Hustler vino después.Y yo creo que la inspiración es la misma. Tab Hunter nos habla de la América que quiso creerse que era algo noble, limpio y sencillo mientras imponía racismo con una sonrisa e ideologías nocivas, mientras comenzaba a masticar y escupir el mundo a su antojo, mientras entraba a saco en países de gente pobre con problemas propios. Hay que tener presente a Tab Hunter si pensamos en Corea y Vietnam. Desear a Tab Hunter era desear un modelo de vida imposible, utópico, desproblematizado, un por qué no, una mentira, una manera de eludir la realidad desde presupuestos de superioridad racial, un canto al optimismo. Llegaron los sesenta y Tab Hunter, como significante, dejó de tener sentido. Siguió hiciendo películas y en una de ellas, Lust in the Dust, compartía escenas con Divine y era utilizado irónicamente por John Waters. En la secuela de Grease aparecia como profesor que enseñaba a sus alumnos sobre los misterios de la reproducción humana. Que Tab descanse en paz, pero que su memoria siga deleitándonos. 




Tab Hunter junto a Rudolf Nureyev, Anthony Perkins, Roddy McDowall y John Bromfield, algunos de sus más conocidos amantes allá por los años cincuenta, las imagenes tanto ayer como hoy, son explicitamente gays.































2 comentarios:

  1. Cuando Confidential publicó que Tab Hunter había sido arrestado en su juventud en una "fiesta de pijamas" llena de "viciosos retozando" y "maricas estridentes", el actor entró en pánico pero Warner le aseguró que Estados Unidos no querría creer que su ídolo dorado era gay. Y así era: Hunter fue la estrella más taquillera de Warner durante los cinco años siguientes. Para aplacar los rumores el estudio lo emparejó con su otra estrella de moda, Natalie Wood, pero la prensa sensacionalista los apodó "Natalie Wood & Tab Wouldn't" (que suena como "Natalie lo haría y Tab no"). La influyente periodista de cotilleos Louella Parsons se preguntaba en su columna si Tab era "el tipo de chico" con el que Natalie quería terminar.

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  2. Si Anthony Perkins y Tab Hunter hubieran podido vivir su relación en público habrían sido una de las parejas más glamorosas del Hollywood clásico: el bicho raro, introvertido y actor de carácter saliendo con el chico más rubio de América. Tab y Tony solían salir a cenar con amigas en citas dobles pero al terminar se volvían solos a casa. Mientras que Warner aconsejó a Tab Hunter que viviese su vida siempre y cuando lo hiciese con discreción, Paramount no fue tan comprensiva con Perkins. El estudio exigió que rompiese su relación de tres años con Hunter, pero no hizo falta porque él se le adelantó: Tab protagonizó el drama de béisbol El precio del éxito en televisión y luego se enteró de que su propio novio le había robado el papel en la adaptación cinematográfica. No volvieron a hablarse.

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